Mediante la Resolución A/HRC/48/L.23 Rev.1 el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas acaba de reconocer, por primera vez, el derecho humano a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible.
Los vecinos de Málaga, y especialmente los de los distritos de Cruz de Humilladero y Carretera de Cádiz tenemos que mirar este paso tan importante en el Derecho Internacional con ilusión y esperanza. El Informe Clima Málaga lo dice de manera clara y concisa «los barrios más densos muestran unas condiciones bioclimáticas más adversas, ya que es más difícil que entre el sol y el viento en ellos, tanto en los periodos sobrecalentados como en los infracalentados.»
Por lo tanto, seguimos sumando razones y argumentos que demuestran que el Bosque Urbano de Málaga no es un capricho ni una idea extravagante. Es una necesidad de primer orden con efectos inmediatos en la salud, bienestar y derechos básicos de los malagueños y que ayudará a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
¿Cuánto más tenemos que esperar los malagueños para que nuestra ciudad sea un espacio sano y saludable en el que podamos vivir y cuidar nuestro planeta?