Más de 150 personas acuden a una jornada de plantación y limpieza para reclamar una zona verde de 17’7 hectáreas en los terrenos de la antigua Repsol
A la jornada vecinal, organizada por Bosque Urbano Málaga y AndaLimpia, también han asistido representantes de organizaciones como Cruz Roja, Greenpeace, Friday for Future o Alianza por el Clima
Más de 150 personas han acudido hoy a la jornada de plantación y limpieza organizada por la plataforma ciudadana Bosque Urbano Málaga y la asociación AndaLimpia, para reclamar la creación de una zona verde de 177.000 metros cuadrados en los terrenos de la antigua Repsol. Durante el encuentro, las personas participantes han plantado cerca de cincuenta ejemplares de pinos piñoneros, acebuches, algarrobos y encinas, todas ellas especies adaptadas a las condiciones ambientales. Además, han retirado una cuba completa de residuos que se acumulaban en los espacios circundantes. A la jornada han acudido numerosos vecinos de la zona, así como representantes de diversas organizaciones, tales como Cruz Roja, Greenpeace, Friday for Future o Alianza por el Clima.
La plataforma Bosque Urbano Málaga viene organizando estas jornadas de plantación desde su creación en 2016. Desde entonces realiza esta actividad al menos dos veces al año, para ir incrementando progresivamente el número de árboles de la zona e ir dotando a la vecindad de un espacio de esparcimiento saludable, que palie las grandes carencias ambientales que sufren Cruz de Humilladero y Carretera de Cádiz, dos de los distritos con mayores densidades de población de la Unión Europea, con ratios de zonas verdes que apenas superan los 2 metros cuadrados por habitante en muchos de sus puntos.
Cabe recordar que el plan de urbanización del equipo de Gobierno municipal para los citados terrenos incluye la construcción de cuatro rascacielos, un centro comercial y varios edificios de viviendas. En su lugar, Bosque Urbano Málaga propone que el PGOU vigente sea modificado para integrar una infraestructura verde de 177.000 metros cuadrados. Para proteger la salud y la calidad de vida de la ciudadanía, la Organización Mundial de la Salud recomienda un mínimo de entre 10 y 15 metros cuadrados.
