El 25 de julio de 2024, una vez más, la reclamación de un Bosque Urbano para la ciudad de Málaga, volvió a ser presentada y defendida con autoridad y brillantez. En esta ocasión el portavoz de la plataforma fue Javier López, quien con la seguridad del que sabe que tiene razón, fundamentado por la ciencia y con el apoyo de miles de malagueños, desgranó uno a uno los argumentos por los cuales los terrenos de la Repsol deben terminar siendo un Bosque Urbano.
Un bosque urbano y no un nuevo despropósito urbanístico dirigido a beneficiar (y mucho) a unos pocos y perjudicar, una vez más, a los malagueños que, sin comerlo ni beberlo, son invitados a dejar su ciudad e irse a, por ejemplo, Villanueva del Rosario.
A continuación os dejamos con el video de la intervención y el texto completo:
Texto
Señoras y señores concejales. Señor alcalde. Buenos días.
Antes de nada, queremos agradecer la posibilidad de intervenir en este Pleno a
las fuerzas políticas que nos han cedido su tiempo. Muchas gracias.
El pasado sábado, en una entrevista concedida a diario ‘Sur’, usted, señor De la
Torre, afirmó que uno de sus objetivos es, literalmente, tener nuevos espacios
de naturaleza en la zona oeste, espacios de medio ambiente. Espacios que se
sumen a los que ya hay para corregir esa sensación de masificación, tal como
usted mismo dijo.
Paradójicamente, el proyecto urbanístico proyectado en los terrenos de la
antigua Repsol, en plena zona oeste, contempla cuatro rascacielos, un gran
centro comercial y varios edificios de viviendas. ¿Esos son para usted espacios
de naturaleza? ¿En eso consiste para usted corregir la sensación de
masificación que citaba en la entrevista?
Usted dice querer corregir esas carencias de zonas verdes en la zona oeste
porque las conoce perfectamente, igual que las conocen y las sufren los
vecinos que habitan esos barrios. Por eso, a la plataforma Bosque Urbano
Málaga nos parece tan inmoral que usted haya esquilmado el número de
metros cuadrados destinados a infraestructura verde en los citados terrenos.
De más de 17 hectáreas a apenas 6. Sabe perfectamente que, así, está
atentando contra la salud pública y la calidad de vida de una gran parte de la
ciudadanía de Málaga, que vive asfixiada por el cemento.
El 10 de julio de 2022, en una tribuna de prensa, usted también señaló que los
colectivos de la sociedad civil debían intervenir en el desarrollo del
planeamiento de la ciudad. Pues bien, dos años después usted sigue desoyendo
de manera recurrente las peticiones de nuestra plataforma ciudadana,
apoyada actualmente por más de 40.000 firmas en la página web Change.org y
por más de 30.000 firmas obtenidas a pie de calle. Rúbricas que entregamos en
su día, como bien sabe, en el Registro del Ayuntamiento de Málaga. Asimismo,
le recordamos cómo interpreta usted la participación: suprimiendo la consulta
ciudadana aprobada en Pleno municipal el 28 de enero de 2016 sobre el futuro
de los terrenos de la antigua Repsol.
Usted, señor alcalde, no solo no fomenta la participación ciudadana, sino que
cuando ésta se organiza de manera eficaz, como en el caso de Bosque Urbano
Málaga, su equipo de Gobierno pone todos los medios a su alcance para
amedrentarla, solicitando que se penalice a nuestra plataforma por ejercer
nuestro libre derecho al amparo judicial con costas de hasta 235.000 euros.
Por suerte, la justicia ha desestimado esta petición.
Afortunadamente, la ciudadanía que apoya la creación de un Bosque Urbano
en Málaga no se rinde y está tan comprometida que está sustentando
económicamente los diferentes procesos judiciales que estamos afrontando
para poner freno al proyecto urbanístico patrocinado por usted y su equipo de
Gobierno, que, por supuesto, está utilizando presupuesto público para la
presentación de diferentes recursos sin merma alguna de su patrimonio
personal. Así es tan fácil…
La defensa de un bosque urbano en los terrenos de la antigua Repsol no es un
capricho, es una decisión responsable y acorde con la situación ambiental de
nuestro tiempo. En este sentido, no nos cansaremos de rebatir sus argumentos
a favor de una operación urbanística que solo beneficiará a Urbania y que
perjudicará a la población de los barrios.
- Usted ha dicho que la construcción de los cuatro rascacielos y el centro
comercial creará mucho empleo. La experiencia nos permite augurar una
multitud de contratos precarios firmados por franquicias multinacionales que
podrían destruir el pequeño y mediano comercio de los barrios colindantes. - Usted ha dicho que la construcción de los cuatro rascacielos implicará la
reducción del desplazamiento de trabajadores al PTA. ¿Acaso cree que quienes
trabajen en los rascacielos podrán permitirse acceder a una vivienda en la
zona? ¿O se verán obligados a buscar una vivienda en Villanueva del Rosario? - Usted ha dicho que la conexión vial de los rascacielos con la autovía MA-20
será factible. Sin embargo, sabe de sobra que el Ministerio de Transportes nos
comunicó por carta, en 2021, de manera oficial, que esa conexión incumple la
normativa vigente de carreteras y, por tanto, no se podrá realizar. - Y, por último, usted ha dicho (sí, lo ha dicho) que la construcción de los cuatro
rascacielos ahorraría más dióxido de carbono que la plantación de todo un
bosque urbano. Como comprenderá, ese argumento cae por su propio peso.
Señor alcalde, le aseguramos que es agotador y muy triste comprobar cómo
una y otra vez se nos tilda de no desear el progreso de nuestra ciudad, cuando
lo que buscamos es, precisamente, el bienestar de todos los malagueños, de las
personas que realmente viven aquí Usted conoce las circunstancias ambientales que rodean a la ciudad de Málaga
y, concretamente, a los distritos de Cruz de Humilladero y Carretera de Cádiz,
que han sufrido históricamente las consecuencias del desarrollismo más atroz.
La carencia de espacios públicos y de zonas verdes ha devenido en un injusto
menoscabo de derechos sociales en los barrios mencionados. El cambio
climático, ya inexorable, agravará sobremanera las condiciones de vida y de
salubridad en toda la ciudad. Solo actuaciones ambientales verdaderamente
ambiciosas podrán revertir el complicado futuro que ya se vislumbra en
Málaga, con sequías pertinaces, olas de calor recurrentes y previsiones de que
la ciudad será inhabitable en 2050 si no se toman medidas urgentes orientadas
al aumento de las superficies arbóreas. Recordamos que, según ‘The Lancet’, un
tercio de las muertes por el efecto de las islas de calor podría evitarse
plantando árboles en un 30 por ciento del espacio urbano.
Señor De la Torre, ignoramos qué herencia pretende dejar a las generaciones
venideras, ignoramos el grado de aprecio que le tiene a la naturaleza, a la
sociedad malagueña. Usted sabe, como nosotros, que este, y no otro, podría ser
su gran proyecto para Málaga y su ciudadanía. Un bosque urbano de más de
17 hectáreas que se convertiría en el mayor de toda la Europa meridional. Un
referente de buen gobierno. Un legado por el que se le recordaría como un
alcalde responsable y comprometido con su vecindad, que supo reaccionar a
tiempo. Tenga altura de miras, por favor, planifique a largo plazo. Málaga no es
la gallina de los huevos de oro a la que explotar hasta que muera. Málaga
pertenece a sus vecinos, y para ellos debe gobernar